La gente se ha vuelto cada vez más consciente de que la caída del cabello es una condición médica real que, además, se ha incrementado significativamente, así lo señala la doctora Deborah Scott, codirectora de la Clínica de Pérdida de Cabello en el Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos). «Creo que las personas ahora comprenden que hay tratamientos disponibles y que no solo tienen que vivir con el problema», indicó.

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Por ello, si notas que tu cabello se está debilitando, puedes seguir estos pasos para abordar la situación:

  1. Obtén ayuda rápidamente. Si observas un aumento inesperado en la caída del cabello, programa una cita con tu médico. Debido a que existen numerosas causas de pérdida de cabello, es esencial descubrir la razón subyacente del problema. Cuanto antes detectes el adelgazamiento capilar, es más probable que puedas detenerlo o incluso revertirlo, afirmó Scott. «Cuanto más tiempo esté presente y más significativa sea la cantidad de pérdida de cabello, es menos probable que vuelvas al punto de partida». Visitar a tu médico de cabecera es una buena manera de empezar. Él o ella descartarán las afecciones más obvias que podrían estar causando la caída del cabello, como enfermedad de la tiroides, por ejemplo. También puedes consultar a un dermatólogo o especialista en pérdida de cabello.
  2. Explora varias opciones de tratamiento. Dependiendo de la causa de la caída del cabello, tu médico puede recomendarte tratamientos que probablemente funcionen para ti. «Los tratamientos para la caída del cabello no son universalmente efectivos», advirtió Scott. Es importante determinar la causa de pérdida capilar para que el tratamiento se pueda adaptar adecuadamente.
  3. Aborda el problema subyacente. Incluso si buscas tratamientos cosméticos, como procedimientos de trasplante de cabello, todavía debes abordar la razón por la que tu cabello se está debilitando.
  4. Busca apoyo emocional. Actualmente existe una mayor comprensión del costo emocional que representa la pérdida del cabello, sobre todo entre las mujeres. Asegúrate de concentrarte no solo en tus necesidades médicas, sino también en tus necesidades emocionales.

 

Vía: Harvard Medical School