Una manera de lograr un gran entrenamiento físico, a la vez de que te escapas del ajetreo y bullicio del tráfico de la ciudad, es recorrer los senderos naturales en una bicicleta de montaña.

Por ello, el Consejo Americano del Ejercicio nos brinda los siguientes consejos para reducir el riesgo de sufrir lesiones:

  1. Asegúrate de que tu bicicleta posee las características para recorrer este tipo de terreno, y siempre utiliza casco y equipo de protección.
  2. Comienza tu recorrido con un calentamiento. Pedalea lentamente en donde haya suelo plano y suave durante unos 10 minutos.
  3. Debes practicar el acostumbrarte a tu bicicleta, especialmente frenando y ajustando tu peso para pedalear cuesta arriba.
  4. Toma unos 10 minutos para refrescarte al final de tu ruta, pedaleando lentamente sobre terreno plano y suave.

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El ciclismo de montaña (en donde se utiliza una bicicleta de montaña o «todo terreno») es un deporte relativamente nuevo, el cual surgió en Estados Unidos a finales de los años 70. Este tiene lugar en terrenos montañosos o que presentan una orografía similar, con pendientes, obstáculos y rutas sinuosas.

Aunque esta actividad requiere cierta resistencia física, es apta para casi todos los públicos si se practica en un grado moderado de intensidad. Sólo las personas que padecen déficit respiratorio grave y problemas cardiovasculares deben evitarla, ya que puede aumentar la presión arterial bruscamente, sobre todo en pruebas de competición.

Así que no lo pienses más, súbete a tu bici de montaña y, ¡comienza a pedalear!

 

Vía: Health Day News / Webconsultas