Dietas para bajar de peso existen miles, gran parte de las cuales no solamente no funcionan sino que además pueden poner en riesgo la salud integral. Es por ello que, en lugar de preocuparnos por cómo bajar esos kilos de más, deberíamos ocuparnos en cómo no aumentar de peso.

Puede que con el ritmo de vida actual -el cual ‘orilla’ a un gran número de personas a desarrollar hábitos alimenticios poco saludables- te parezca algo imposible no ganar un poco de peso extra. Sin embargo, este objetivo es completamente realizable, y podría bastar con llevar a cabo unos cuantos hábitos muy sencillos.

De acuerdo con un reciente estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Kyushu en Fukuoka, Japón, tan solo tenemos que cumplir con tres requisitos básicos para no ganar peso:

1 Comer más despacio.

2 No consumir alimentos después de cenar.

3 El último alimento que consumas al día deberá ser dos horas antes de irte a la cama.

“Los cambios en los hábitos alimenticios pueden afectar a la obesidad, el índice de masa corporal (IMC) y el perímetro de cadera. Así, las intervenciones dirigidas a disminuir la velocidad con la que se come pueden resultar efectivas a la hora de prevenir la obesidad y sus riesgos asociados para la salud”, explicó Haruhisa Fukuda, director de la investigación.

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Tras analizar los hábitos alimenticios y de sueño de más de 60 mil personas, Fukuda y su equipo de trabajo encontraron los siguientes hallazgos:

-En comparación con aquellas personas que comían rápido, las personas que comían a un ritmo ‘normal’ tuvieron una probabilidad 29% inferior de desarrollar obesidad. Mientras que en aquellas personas que comían lento esta probabilidad de evitar el exceso de peso aumentó hasta un 42%.

-Junto con el consumo de alcohol y tabaco, el hecho de irse a la cama a dormir dentro de las dos horas posteriores tras haber cenado se asoció con notables modificaciones en el aumento del IMC.

La principal explicación de estos resultados es que al comer apresuradamente y no masticar lo suficiente, nuestro cerebro procesa que no hemos consumido los alimentos suficientes y demanda más. Mientras que al comer lento y masticar más los alimentos, se emite la señal de saciedad en el momento idóneo, detalló Fukuda.

 

Vía: British Medical Journal (BMJ)