La recuperación después de una cirugía puede llevar tiempo e implicar molestias. Muchas personas se sienten motivadas porque están en camino de sentirse mejor nuevamente. Sin embargo, en ocasiones, se puede desarrollar depresión.

La depresión es una complicación que puede ocurrir después de cualquier tipo de intervención quirúrgica. Es una afección grave que requiere atención, a fin de que la persona afectada pueda encontrar los tratamientos que le permitan sobrellevarla.

Causas

Muchas personas que experimentan depresión posoperatoria no esperan desarrollarla. Es por eso que los médicos no siempre advierten de antemano a sus pacientes sobre esta problemática.

Las posibles causas que pueden contribuir a la depresión tras una cirugía incluyen:

  1. Tener depresión antes de la cirugía.
  2. Dolor crónico.
  3. Reacciones a la anestesia.
  4. Reacciones a los analgésicos.
  5. Enfrentarse a la propia mortalidad.
  6. El estrés físico y emocional de la cirugía.
  7. Preocupaciones sobre la velocidad de recuperación.
  8. Ansiedad por posibles complicaciones.
  9. Sentimientos de culpa por depender de los demás.
  10. Preocupaciones de que la cirugía quizás no sea suficiente.
  11. Estrés relacionado con la recuperación, el regreso a casa, los costos financieros, etc.

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RECUERDA: Ciertas cirugías pueden conllevar un mayor riesgo de depresión posoperatoria, pero puede aparecer después de cualquier tipo de operación.

Cabe mencionar que un estudio de 2016 publicado en la revista BMC Surgery encontró un vínculo entre la depresión posquirúrgica y las personas que experimentan dolor crónico. Así que la depresión posquirúrgica también podría predecir el dolor en los días, semanas o meses posteriores.

Si tienes más dudas sobre la depresión posoperatoria y sus causas, consulta a tu médico y a un profesional de la salud mental.

 

Vía: Healthline