La depresión y los problemas para dormir están estrechamente relacionados. Por ejemplo, las personas con insomnio pueden tener un riesgo diez veces mayor de desarrollar depresión que las personas que duermen bien por la noche. Y entre las personas con depresión, el 75 por ciento tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidas.

Entonces, ¿qué viene primero? “Cualquiera puede ser el punto de partida”, así lo indica el doctor e investigador del sueño Patrick H. Finan, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.“La falta de sueño puede crear dificultades para regular tus emociones que, a su vez, pueden dejarte más vulnerable a la depresión en el futuro, apareciendo meses o incluso años después. Y la depresión en sí se encuentra asociada con dificultades para dormir, como acortar la cantidad de sueño reparador de ondas lentas que una persona obtiene cada noche».

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Asimismo, si tienes depresión, el estrés diario causado por factores como las preocupaciones financieras o una discusión con tu cónyuge, también podría provocar más despertares nocturnos y más problemas para volver a dormir que los que experimentaría alguien sin dicha enfermedad mental.

Por lo anterior, comprender la relación entre el insomnio y la depresión puede ayudarte a detectar los riesgos a tiempo, obtener la ayuda adecuada y recuperarte a plenitud si experimentas ambos. Te sentirás saludable, descansado(a) y podrás disfrutar de la vida nuevamente.

Así que toma en serio los problemas de sueño que tengas y habla con tu médico si:

  • Tienes problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido(a).
  • Te sientes cansado(a) durante el día.
  • Tienes dolor físico, malestar u otras molestias (por ejemplo, signos de apnea obstructiva del sueño o pausas en la respiración durante la noche) que te impidan dormir bien.

 

Vía: Johns Hopkins Medicine