Podría pensarse que un hogar con dos niños o más es el lugar perfecto para el juego y la hermandad. No obstante, es común que existan peleas constantes y gritos, como respuesta a una rivalidad entre hermanos. Según especialistas, ciertos factores influyen en este tipo de pugna, ya sean celos, ira o falta de control y privacidad.

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En cierta medida, se trata de una acción completamente normal al crecer con hermanos y hermanas. De hecho, se ha demostrado que cierta rivalidad promueve una competencia sana; es decir, una búsqueda para ser el mejor en el hogar y en la escuela.

Lamentablemente, existen casos extremos en los que es imposible mantener a los hermanos unidos, disminuyendo la calidad de vida de toda la familia. Además, ignorar esta rivalidad podría conducir a sentimientos de dolor a largo plazo y, en algunos casos, a la agresión física.

Si estás pasando por una situación similar, y te interesa mejorar la relación entre tus hijos, presta atención a los siguientes consejos.

1. Trata a los menores como individuos. Considera que sus personalidades y necesidades son diferentes.
2. Sé justo. Haz cumplir las mismas normas para todos.
3. Otórgales privacidad. Intenta que tengan su propio espacio y asegúrate que disfruten un tiempo a solas.
4. No los compares. Evita que sientan que deben competir por amor o atención. Darle preferencia a uno de ellos podría causar resentimiento.
5. No tomes partido. Anima a tus hijos a resolver las cosas entre ellos. Puedes servir como moderador o sugerir soluciones justas.
6. Pasa tiempo con tus hijos individualmente. Fija una fecha para pasar un rato con cada uno de ellos. De no ser posible, brinda la misma atención durante los ratos familiares.
7. Establece límites y expectativas. Si tus hijos saben lo que esperas de ellos, es más probable que respeten tus indicaciones. Deja claras las consecuencias de sus peleas.
8. Recuérdales que los amas. Haz hincapié en la importancia de la familia. El amor que tú les demuestres podrá animarlos a quererse de la misma forma.
9. Mantén una buena comunicación. La comunicación puede ayudar a prevenir los malentendidos que conducen a las peleas. Anima a tus hijos a sentirse libres de expresar sus sentimientos.
10. Enséñales sobre la empatía. Ponerse en el lugar del otro es la mejor manera de prevenir o terminar una discusión.

Es importante que examines tu relación con cada niño. Muchas veces, la rivalidad entre hermanos no es más que un pedido de atención. Recuerda que tu manera de actuar puede hacer la diferencia entre un poco de competencia sana o una guerra total en casa.

 

Vía: Family Doctor