Cuando se habla de problemas de equilibrio, la mayoría de la gente puede pensar que se trata de una afección propia de adultos mayores. Sin embargo, esta clase de problemas también pueden afectar a los niños.

Aunque los trastornos del equilibrio son considerados por expertos en salud como poco comunes en los niños, no deben ser subestimados.

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Son varias las partes del cuerpo que ayudan a una persona a mantener el equilibrio: los oídos, los ojos, las articulaciones y los músculos. Cuando uno o más de estos sistemas no funciona bien, puede resultar difícil moverse, dificultando con ello la realización de tareas simples, como caminar.

Señales de alerta

Los padres de familia pueden comenzar a sospechar que su hijo tiene algún problema de equilibrio si nota alguno o varios de los siguientes comportamientos:

-Movimientos involuntarios de los ojos.

-Molestia o dificultad para mirar al brillo del sol o a las luces (en especial a las luces fluorescentes, a los flashes o a las luces en movimiento).

-Molestia en situaciones visuales ‘cargadas’ (estampados, muchedumbres, mucho tránsito, áreas con muchos objetos como los centros comerciales).

-Trastornos en la percepción de profundidad que pueden afectar la coordinación entre los ojos y las manos o los ojos y los pies (que dificultan cosas como atrapar o patear una pelota).

¿Cuáles son las causas?

Aunque los médicos no siempre pueden determinar cuál es la causa exacta de un problema de equilibrio, los síntomas relacionados con con esta clase de problemas pueden ser ocasionados por muchas otras cosas, como:

1. Lesiones en los oídos, en la cabeza o en el cuello.

2. Ototoxicidad (cuando ciertos medicamentos dañan el oído interno).

3. Migrañas.

4. Pérdida de la audición.

5. Infecciones crónicas del oído medio (otitis media).

6. Otras infecciones (como un resfrío, gripe, meningitis, sarampión, paperas, rubeola).

7. Depresión.

8. Mareos o sensibilidad a los movimientos.

9. Trastornos convulsivos.

10. Antecedentes familiares de problemas de la audición o mareos por movimientos.

¿Cuándo consultar a un médico?

Los expertos en salud recomiendan a los padres ser cautelosos y llevar a sus hijos al médico cuando observen un patrón en los síntomas, es decir, si nota que ocurren uno o más síntomas que pueden estar relacionados con el equilibrio en forma regular.

 

Vía: Kid’s Health