Se dice que los suplementos de zinc podrían ayudar a prevenir la infección por SARS-CoV-2 o tratar el COVID-19.

Es cierto que el zinc es un mineral esencial que ayuda a mantener el funcionamiento del sistema inmunitario humano.

A partir de esa noción, un equipo de investigadores de Rusia, Alemania y Grecia planteó la hipótesis de que el zinc podría actuar como un agente terapéutico preventivo y adyuvante para el COVID-19. Sus resultados se publicaron en la revista International Journal of Molecular Medicine.

Estos expertos realizaron experimentos in vitro que, aparentemente, mostraron que los iones de zinc eran capaces de inhibir la acción de cierta enzima que facilita la actividad viral del SARS-CoV-2.

Sin embargo, también señalan la falta de evidencia clínica real de que el zinc podría tener un efecto contra el SARS-CoV-2 en humanos.

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Otros documentos que citan el potencial del zinc como adyuvante en la terapia para COVID-19, incluido uno que aparece en las hipótesis médicas, son más especulativos y no se basan en datos clínicos.

En un documento sobre “Patrones y pautas de práctica” de abril de 2020, que se publicó en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health, la nutricionista Emma Derbyshire, y la bioquímica Joanne Delange, revisaron los datos existentes sobre el zinc (junto con otros nutrientes) en relación con las infecciones respiratorias virales.

Descubrieron que, según la investigación disponible en humanos, la suplementación con zinc puede ayudar a prevenir la neumonía en niños pequeños, y que la insuficiencia de zinc puede afectar las respuestas inmunes en adultos mayores.

Sin embargo, señalan que no hay suficiente evidencia sobre el papel de los suplementos de zinc en la prevención de infecciones virales en general.

«Los ensayos rigurosos […] todavía no han determinado la eficacia de los suplementos de zinc», dijeron las especialistas.

 

Vía: Medical News Today