Los zapatos con tacón son sinónimo de feminidad y moda. Desafortunadamente, también implican daños a la salud y diversas dolencias. Es cierto que aumentan la altura y estilizan el cuerpo, pero ¿qué le ocurre a los pies dentro de ellos? Los dedos están comprimidos y torcidos en una posición antinatural; en tanto, el pie tiene una inclinación que no es la ideal para la columna.

Es importante entender que el zapato debe adecuarse al pie, y no el pie al zapato. Por ello, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS, por sus siglas en inglés) recomienda elegir zapatos que tengan un tacón relativamente bajo y una punta ancha, con la finalidad de que los dedos quepan con comodidad.

La altura de los tacones es muy importante, debido a que regula la presión que ejerce el peso de todo el cuerpo sobre la planta del pie. Cuanto más alto es el tacón, mayor es la presión en esa zona. Así, los tacones que superan los 10 a 15 centímetros causan inestabilidad en el tobillo y aumentan el riesgo de sufrir caídas, torceduras o esguinces. ¿Cuál es la altura recomendable? Lo ideal es utilizar zapatos con una altura máxima de 5 centímetros. 

A decir del especialista Ruben Kunowsky, el uso de tacones demasiado altos incrementa el riesgo de lordosis y dolor lumbar, así como la probabilidad de juanetes, artritis en el dedo gordo, callos, dedo martillo y verrugas plantares.

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Recomendaciones

Además de prestar atención a la altura, debes seguir otras medidas de cuidado.

  1. Cuida tu postura. El uso de tacones lleva a descargar el peso en los dedos de los pies y esto provoca una reacción en cadena: se hiper-extienden las rodillas, la pelvis se inclina hacia adelante, la zona inferior de la espalda se tensiona y los abdominales se aflojan.
  2. Evita usar tacones altos durante muchas horas. De ser posible, elige zapatos de altura media y lo más anchos posible. Esto permitirá una base de apoyo que ayudará a repartir el peso del cuerpo sobre una mayor superficie en los pies.

 

Vía: Hola Doctor