Cuando se trata la depresión, el objetivo es ayudar a las personas a lograr la recuperación completa y el funcionamiento normal. Aunque el tratamiento tradicional como la medicación o la psicoterapia es efectivo para muchos pacientes, algunos no se recuperan completamente, incluso con estos métodos.

Ante ello, un grupo de investigadores trató de determinar si añadir hatha yoga al tratamiento mejoraría los resultados para estos pacientes. De esta forma, encontraron que los beneficios del yoga eran menos pronunciados en etapas tempranas del tratamiento, pero que podían acumularse con el tiempo.

La investigación se publicó en la revista Psychological Medicine y fue dirigida por la doctora Lisa Uebelacker, psicóloga de investigación en el Departamento de Investigación Psicosocial del Hospital Butler, en Nueva Inglaterra, y profesora asociada de psiquiatría y comportamiento humano en la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown.

Conoce más: ¿Dolor en la espalda baja? Prueba un poco de yoga

«El propósito de este estudio fue examinar si el hatha yoga es eficaz para tratar la depresión cuando se añade a la medicación antidepresiva», explicó Uebelacker. «No observamos diferencias estadísticamente significativas entre el hatha yoga y un grupo de control (educación para la salud) a las 10 semanas; sin embargo, cuando examinamos los resultados durante un período de tiempo incluyendo los tres y seis meses después de que terminaran las clases de yoga, encontramos que el yoga fue superior a la educación sanitaria para aliviar los síntomas de la depresión«.

Según la experta, este es el mayor estudio de evaluación del yoga para la depresión hasta la fecha. El equipo reclutó a individuos con depresión mayor actual o reciente que estaban recibiendo medicación antidepresiva y seguían teniendo síntomas de depresión clínicamente significativos. Los participantes fueron asignados al azar a dos grupos —los que participaron en una clase de hatha yoga y un grupo control que tomó parte en una clase de educación para la salud—. La fase de intervención duró 10 semanas y los participantes fueron monitoreados durante los seis meses posteriores.

«Hemos planteado la hipótesis de que los participantes de yoga deberían mostrar menor gravedad de la depresión a lo largo del tiempo, según lo evaluado por el Quick Inventory of Depression Symptomatology (QIDS) —escala que mide la depresión—, así como un mejor funcionamiento social y de rol, mejores percepciones generales de la salud y el funcionamiento físico, y menos dolor físico en relación con el grupo control«, destacó Uebelacker. «Encontramos que el yoga sí tuvo un impacto en los síntomas de la depresión«.

 

Vía: EurekAlert! – American Association for the Advancement of Science