desastres-naturales-demencia-adultos-mayores-2Un nuevo estudio dio a conocer recientemente que los terremotos, inundaciones y otros desastres naturales pueden aumentar el riesgo de demencia para los adultos mayores que son forzados a abandonar sus hogares.

«En las consecuencias de los desastres, la mayoría se concentran en temas de salud mental como el trastorno de estrés postraumático», señaló el autor del estudio, Hiroyuki Hikichi, investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.

«Sin embargo, nuestro estudio sugiere que el deterioro cognitivo es también un problema importante», afirmó Hikichi en un comunicado de prensa de la universidad.

La reubicación a un refugio temporal después de un desastre puede generar el efecto indeseado de separación de las personas no sólo de sus hogares, sino de sus vecinos, y ambos pueden acelerar el deterioro mental entre las personas vulnerables, señaló el equipo de Hikichi.

Los investigadores observaron a cerca de 3,600 supervivientes del terremoto de 2011 y del tsunami en Japón. Todos eran mayores de 65 años. La tasa de demencia en este grupo fue del 4.1 por ciento antes del desastre, y del 11.5 por ciento dos años y medio después del tsunami.

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Quienes tuvieron que abandonar sus casas dañadas o destruidas, y perdieron el contacto con sus vecinos, fueron más propensos a desarrollar demencia después de la catástrofe que aquellos que permanecieron en sus hogares, dijeron los investigadores.

Sin embargo, la pérdida de familiares y/o amigos no pareció afectar la capacidad mental, subrayaron los expertos.

Este estudio, publicado en línea en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, muestra cómo una catástrofe natural propicia a futuro resultados negativos en la salud mental, principalmente de las personas mayores. Por ello, es importante que si tú y tu familia pasaron por este tipo de situación, siempre se apoyen moralmente entre sí pese a las dificultades que hayan resultado del desastre, en especial a los integrantes más grandes y a los niños, que son la población más vulnerable emocionalmente a este tipo de siniestros.

En el caso específico de los adultos mayores puede ocurrir un declive cognitivo, pues no sólo pierden lo material sino todo el entorno que les brinda paz, tranquilidad y seguridad, por lo que es sustancial estar al pendiente de la salud de estos miembros de la familia y, de ser necesario, acudir a atención médica especializada para tratar el posible desarrollo de demencia y evitar su avance.

 

Vía: Health Day News