examen-rinonUn estudio reciente apunta a que la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad renal. Asimismo, se encontró que la disminución renal se puede detectar antes de que la persona desarrolle otras enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes y la presión arterial alta, según señalan los investigadores.

Durante el estudio se analizaron datos de casi 3 mil adultso que tenían una función renal normal. La edad promedio de los participantes era de 35 años y fueron agrupados según cuatro rangos de índice de masa corporal (IMC), una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso. Los grupos en los que fueron divididos fueron peso normal, sobrepeso, obesidad y obesidad extrema.

Con el paso del tiempo, la función renal se redujo en todos los participantes, pero el descenso fue mucho mayor y más rápido en personas con sobrepeso y obesidad, esto pareciera estar vinculado exclusivamente con el índice de masa corporal.

“Cuando tomamos en cuenta la diabetes, la presión alta y los procesos inflamatorios, el índice de masa corporal siguió siendo un predictor de la declinación en la función renal”, explica la doctora Vanessa Grubbs, profesor adjunto asistente de Medicina en la Universidad de California de San Francisco.

“Hay algo singular en que se sea tan grande que en sí mismo afecte la función renal, incluso antes de que se desarrolle un padecimiento renal”, señala Grubbs. “No somos capaces de la razón para ello, pero esperamos profundizar en ello en un estudio futuro”, comentó.

Los investigadores también encontraron que la medición de los niveles en sangre de una proteína llamada cistatina C es mejor que el método más común de medir los niveles de creatinina para la detección de cambios sutiles en la función renal. Esto aplica incluso cuando los cambios renales están todavía dentro de lo que se considera el rango normal.

«El hecho de que seamos capaces de utilizar este marcador para detectar disminución de la función renal, mucho antes de que se considere que un paciente padece enfermedad renal crónica es bueno, ya que nos puede permitir detectar los problemas antes e intervenir antes”, señala la investigadora.

Los resultados del estudio, que fueron publicados en al Revista Americana de Enfermedades del Riñón, demuestran la necesidad de que los médicos intervengan de manera oportuna para evitar la enfermedad renal en los pacientes que viven con obesidad.

“Nos estamos volviendo cada vez más grandes a edades cada vez menores, por lo que los problemas que observaremos relacionados con la obesidad se volverán más comunes, y comenzarán más temprano en la vida”, advierte Grubbs.

“Incluso antes del nivel en el que podemos diagnosticar una enfermedad, la disminución de la función renal está sucediendo”, dijo, si bien todavía no se sabe si esto es reversible, se tienen indicios para pensar que sí es prevenible, puntualizó.

Aunque esta investigación fue capaz de mostrar una asociación entre la obesidad y un incremento en el riesgo de enfermedad renal, no se pudo demostrar una relación de causa-efecto.

Vía: HealthDay News