,

A través de un estudio publicado en la revista Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology, investigadores franceses dirigidos por el doctor Christophe Beyls, descubrieron que los pacientes con COVID-19 mayores y en estado crítico que reciben una combinación de dos medicamentos antirretrovirales comunes pueden experimentar una disminución drástica de su frecuencia cardíaca.

En su investigación de 41 pacientes tratados con lopinavir y ritonavir dos veces al día durante 10 días, el 22% desarrolló una condición de frecuencia cardíaca lenta llamada bradicardia. Cuando se suspendieron los medicamentos o se redujeron las dosis, la frecuencia cardíaca de los pacientes volvió a la normalidad, según el equipo del Hospital de la Universidad de Amiens, en Francia.

«Hay estudios exhaustivos en curso para encontrar terapias que sean efectivas en el tratamiento de pacientes infectados con COVID-19», dijo el doctor Gregg Fonarow, profesor de cardiología en la Universidad de California en Los Ángeles, quien no participó en el estudio.

El combo de lopinavir-ritonavir se había considerado un tratamiento prometedor para COVID-19 basado en estudios muy pequeños, ensayos clínicos aleatorios y uso no indicado, subrayó Fonarow.

Pero investigaciones previas sugieren que esta combinación también puede provocar un bloqueo cardíaco, un problema con las señales eléctricas en el corazón. «Determinar cómo estos medicamentos conducen a la bradicardia requerirá más estudios», apuntó Fonarow.

Los médicos que recetan estos medicamentos deben ser conscientes del potencial de bradicardia y vigilar cuidadosamente a los pacientes, agregó.

«Además, los resultados preliminares de los ensayos clínicos sugieren que esta terapia no es efectiva contra la COVID-19, por lo que el uso en este entorno probablemente será muy limitado en el futuro», añadió Fonarow.

Conoce más: ¿Cómo reconocer una infección por estafilococos durante la pandemia?

El lopinavir y el ritonavir también se han utilizado para tratar otros virus, incluido el SARS (síndrome respiratorio agudo severo), MERS (síndrome respiratorio del Medio Oriente) y el VIH. Los investigadores notaron que la bradicardia también se ha visto entre pacientes con VIH tratados con estos medicamentos.

Normalmente, los corazones de los adultos laten entre 60 y 100 veces por minuto. En la bradicardia, la frecuencia cae por debajo de 60 latidos por minuto, lo que provoca una disminución del flujo sanguíneo, que a su vez puede provocar desmayos, dolor en el pecho, presión arterial baja e insuficiencia cardíaca.

Los pacientes en el estudio francés que desarrollaron el problema eran adultos mayores que los que no lo hicieron, con un promedio de 62 a 80 años, informaron los investigadores.

El doctor Marc Siegel, profesor de medicina en el Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York, quien revisó los hallazgos, dijo que el combo de dos medicamentos no había ayudado a pacientes hospitalizados con COVID-19 en otros ensayos recientes.

Siegel declaró que este tratamiento no debe usarse en personas con COVID-19, ya que no es efectivo en pacientes críticos ni en las primeras etapas de la enfermedad.

«La esperanza restante para esa combinación de medicamentos era en etapas tempranas de la enfermedad, pero la cantidad significativa de bradicardia en estos pacientes críticos plantea la cuestión de que el combo no es bien tolerado en dicha población», refirió.

Por otra parte, Siegel expuso que el medicamento antiviral experimental remdesivir parece ser efectivo y ya se está utilizando para combatir la COVID-19.

 

Vía: Health Day News