La hepatitis C es una infección viral contagiosa que afecta al hígado. Las personas que viven con VIH pueden correr un mayor riesgo de contraer hepatitis C, ya que las dos afecciones tienen mecanismos de transmisión similares.

Tanto la hepatitis C como el VIH son virus transmitidos por la sangre. Esto significa que las personas pueden portar dichos virus en el torrente sanguíneo y pueden adquirir una infección después de exponerse a sangre u otros fluidos corporales que contengan el virus. La hepatitis C es una enfermedad del hígado que puede conducir a problemas hepáticos graves. El VIH es un virus que se dirige al sistema inmunitario y debilita la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.

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Como el VIH hace que las personas sean más susceptibles a las infecciones, y las personas pueden adquirir el virus de la hepatitis C (VHC) y el VIH de manera similar, no es raro que las personas tengan una coinfección (infección compartida), donde ambas infecciones están activas al mismo tiempo. Si no se trata, el VHC puede causar complicaciones graves en las personas que viven con VIH. No obstante, existen opciones de tratamiento eficaces para ambas afecciones, y las personas que viven con VIH pueden tener tasas de curación del VHC similares a las de las personas sin VIH.

 

Fuente: Medical News Today