Así como cuidamos los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa, es importante prestar atención a la salud de los oídos. Ante ello, realizarse pruebas diagnósticas cada año, como mínimo, puede hacer una gran diferencia. A decir de la Secretaría de Salud, con esta práctica se pueden detectar oportunamente problemas de audición, lo que permite iniciar un tratamiento pertinente.

Este tipo de pruebas deben ser parte de los chequeos rutinarios de toda persona. No obstante, es importante no esperar a la adultez para recurrir a ellos. De acuerdo con Alfredo Romero Díaz, especialista del Hospital para el Niño Poblano, se debe realizar el tamiz auditivo neonatal, con el fin de obtener opciones de tratamiento y recuperación.

En caso de los recién nacidos, es posible que surjan problemas auditivos debido males congénitos, malformaciones en el cráneo, infecciones respiratorias, antecedentes familiares, entre otras afecciones.

Los adultos mayores también pueden ser vulnerables a este tipo de padecimientos. Los problemas más comunes se vinculan con enfermedades crónico-degenerativas, ruido intenso —en el caso de trabajadores de fábricas, por ejemplo— y uso indebido de reproductores de música. Otras causas son:

  • Genética.
  • Meningitis.
  • Trauma.
  • Algunas medicinas.
  • Envejecimiento.

Recuerda que la pérdida de audición no debe tomarse a la ligera. Escuchar bien es esencial para evitar accidentes y realizar actividades cotidianas, tanto en el trabajo, la escuela y el hogar. ¡Visita a un médico!

 

Vía: Notimex/ Medline Plus