La gente ha usado el alcohol para aliviar el dolor desde la antigüedad. Estudios de laboratorio confirman que el alcohol efectivamente reduce el dolor tanto en humanos como en animales. Además, investigaciones recientes sugieren que hasta el 28 por ciento de las personas que experimentan dolor crónico recurren al alcohol para aliviar su sufrimiento. Usar alcohol para aliviar el dolor pone a las personas en riesgo de sufrir una serie de consecuencias perjudiciales para la salud.

¿Cuales son los riesgos?

Mezclar alcohol y analgésicos puede ser dañino para tu salud general.

  • Mezclar alcohol y paracetamol puede causar insuficiencia hepática aguda.
  • Mezclar alcohol y aspirina aumenta el riesgo de sangrado gástrico.
  • El alcohol aumenta los efectos analgésicos, de refuerzo y sedantes de los medicamentos opiáceos, elevando el riesgo de abuso combinado de estas sustancias con alcohol, así como de sobredosis.

Si estás tomando medicamentos para controlar tu dolor, habla con tu médico o farmacéutico sobre cualquier reacción que pueda resultar de mezclarlos con alcohol.

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Dosis analgésicas de alcohol exceden las pautas de consumo moderado

  • Los mayores efectos reductores del dolor ocurren cuando el alcohol se administra a dosis que exceden las pautas para el consumo moderado diario de alcohol.
  • Se puede desarrollar tolerancia a los efectos analgésicos del alcohol, por lo que la persona requerirá más alcohol para producir los mismos efectos. El aumento del consumo de alcohol para adelantarse a la tolerancia puede conducir a otros problemas, incluido el desarrollo de dependencia al mismo (recordemos que, según los especialistas, beber con moderación se define como no tomar más de 1 bebida por día para las mujeres, y no más de 2 bebidas por día para los hombres).

Consumo crónico de alcohol empeora el dolor

  • El abandono del consumo crónico de alcohol suele aumentar la sensibilidad al dolor, lo que podría motivar a algunas personas a seguir bebiendo o incluso aumentar su consumo de alcohol para revertir los incrementos del dolor relacionados con la abstinencia.
  • La exposición prolongada y excesiva al alcohol genera una neuropatía periférica dolorosa de fibras pequeñas, la complicación neurológica más común asociada con el alcoholismo.

En conclusión, si usas alcohol para aliviar tu dolor, definitivamente no lo hagas, pues el consumo de alcohol tiene efectos adversos para la salud. Pregúntale a tu proveedor de atención médica cómo lidiar con el dolor y con el dolor crónico.

 

Vía: National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism