Muchas personas creen que el insomnio es un problema intrínseco de quien arriba a la madurez o de aquellos que ya están en la tercera edad; sin embargo, hoy por hoy también los adolescentes sufren de insomnio porque están inmersos en una sociedad altamente estresante.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid indicó que el 10% de los jóvenes entre 16 y 25 años presenta síntomas de insomnio crónico, aquel que se diagnostica luego de un año con falta de sueño. La clasificación de los distintos tipos de insomnio, según su duración, sería la siguiente:
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Insomnio crónico; es aquel cuyos síntomas se manifiesten durante más de seis meses.
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Insomnio a corto plazo; es el que se extiende entre cuatro semanas y seis meses.
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Insomnio transitorio; dura menos de un mes y generalmente se puede conectar con algún problema emocional específico que la persona está viviendo.
Es importante aclarar que el insomnio juvenil presenta síntomas un tanto diversos del insomnio “clásico” ya que los jóvenes en vez de presentar ganas de dormir durante el día, sufren de fatiga y tienen una sensación de cansancio permanente. También se presenta la irritabilidad, la ansiedad y los problemas de concentración.
Causas más comunes de insomnio juvenil
Entre los factores que generan el insomnio crónico en los adolescentes se cuentan; la ansiedad, el estrés y el uso excesivo de internet.
Los especialistas afirman que el exceso de actividad a la cual se someten los jóvenes les provoca una activación a nivel emocional y fisiológica muy elevada que les impide dormir.
A esta problemática se le suma el hecho que muchos jóvenes invierten el horario de sueño ya que suelen trasnochar y levantarse en las tardes. Siendo precisamente este estilo de vida es el que más se ha relacionado con el riesgo de padecer insomnio.
La tecnología también afecta el sueño
La especialista en familia, Julia Pilar Dongo Ortega, asegura que la tecnología influye en los hábitos de los jóvenes y afecta las horas de sueño. Explica que si un joven tiene el celular cerca de su cama, su cerebro no podrá descansar bien y tendrá más facilidad para despertar ante cualquier ruido. Esto ocurre porque una parte del cerebro sigue alerta a pesar de haber conciliado el sueño.
Otros estudios apuntan que la iluminación de la pantalla del ordenador afecta la segregación de melatonina, una sustancia relacionada con el sueño. Cuando un joven no duerme bien, lo más probable es que en el día tenga fatiga, sensación de cansancio permanente, falta de concentración. También irritabilidad y ansiedad, acota Dongo y recomienda no dar la espalda al problema.
