De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 80 por ciento de la población mundial, ubicada principalmente en comunidades rurales, emplea plantas medicinales como un recurso terapéutico. Y es que, para algunas personas, la utilización de la herbolaria resulta una importante alternativa complementaria a la medicina de patente.
Resfriados, dolores de cabeza, nervios y trastornos gastrointestinales son algunos de los problemas que suelen atacarse con resultados efectivos mediante preparados de plantas. Asimismo, el uso de este tipo de sustancias son importantes para elaborar medicamentos y como herramientas de investigación.
A decir de María Isabel Aguilar Laurents, integrante del Departamento de Farmacia de la Facultad de Química de la UNAM, en México se ha aceptado la importancia de esta medicina tradicional ancestral al crear instrumentos jurídicos al respecto. La Ley General de Salud, por ejemplo, establece las categorías de fármacos a base de hierbas y remedios herbolarios, debido al incremento de fitomedicamentos.
De igual manera, la especialista señala que la fitoterapia estudia el empleo racional de productos de origen vegetal en los sistemas de salud.
Las técnicas de análisis para el control de calidad dentro de los programas de investigación de la Facultad de Química, han aportado logros importantes en cuanto a la eficacia y seguridad de este tipo de productos; pues su desarrollo, autorización y comercialización requiere la identificación de los principios activos de los extractos naturales, producción a gran escala y realizar estudios farmacológicos, clínicos y toxicológicos para posteriormente elaborar los fitofarmacéuticos.
Ates de consumir cualquier sustancia, recuerda que es importante consultar al médico y revisar que el producto esté autorizado por la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios).
Vía: DGCS UNAM
