Sabemos los riesgos que trae consigo la ingesta excesiva de sal, como hipertensión, afecciones coronarias, irritabilidad, retención de líquidos y sobrecarga de trabajo para los riñones.
Sin embargo, un nuevo estudio sostiene que una dieta baja en sodio podría ser peligrosa para la salud del corazón.
De acuerdo con la investigación, la restricción de sal en la dieta por debajo de 3,000 miligramos al día parece aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Problema similar al de los pacientes con alta presión sanguínea que ingieren demasiada sal.
«Tener niveles ni demasiado altos ni demasiado bajos de sodio es óptimo para la salud», señaló el investigador principal, Andrew Mente, profesor asociado de epidemiología clínica y bioestadística de la Universidad McMaster, en Ontario, Canadá.
La Asociación Americana del Corazón no está de acuerdo con esta premisa, pues indica que el estudio se basa en estimaciones incorrectas, y no debe llevar a nadie a relajar las preocupaciones sobre el exceso de sal en la dieta promedio.
«Este es un análisis muy imperfecto que no proporciona nueva información, y no debe utilizarse para orientar a la política pública», según Elliott Antman, expresidente inmediato de la AHA e investigador en la Escuela de Medicina de Harvard.
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De acuerdo con Mente, sólo las personas con presión arterial alta tienen que preocuparse por la reducción en la ingesta de sal.
Según sus resultados, una dieta baja en sodio aumenta hasta 26% el riesgo de ataque al corazón, o derrame cerebral, en las personas sin hipertensión arterial, y 34% en las personas con presión arterial alta.
La controversia radica en que, según Mente, una dieta con exceso de sal no aumenta el riesgo, en absoluto, si la presión arterial es normal.
Recordemos que el exceso de sodio aumenta la presión sanguínea en algunas personas, haciendo que el cuerpo retenga agua y poniendo una presión adicional sobre el corazón, de acuerdo con la AHA.
Pese a ello, Mente afirma que una dieta baja en sal puede activar el sistema renina-angiotensina del cuerpo —proceso hormonal que regula la presión sanguínea y el balance de fluidos—.
Para el análisis, Mente y otros investigadores combinaron los resultados de cuatro estudios. En conjunto, participaron más de 133 mil personas de 49 países.
Algunos investigadores señalan que esto no es suficiente, pues resulta preocupante que los informes de este estudio lleven a las personas a tomar decisiones desastrosas para la salud de su corazón.
Aunque la controversia persiste y se requieren más investigaciones para descubrir las variantes de la sal en nuestro cuerpo, este análisis no refuta la necesidad de vigilar la ingesta de sal como medio de prevención ¡Aliméntate sanamente!
Vía: Health Day
