Lucir una cabellera hermosa es posible si se mantiene sana. En este sentido, la forma en que te lavas el cabello y los productos que usas pueden ser importantes cuando se trata de mantenerlo suave y brillante.
Para lograrlo, existen algunos consejos que puedes poner en práctica.
En primera instancia, es importante que sepas qué tipo de cabello tienes y emplear un champú y acondicionador formulado para ese tipo en particular o, bien, para alguna condición especial, como el cabello teñido.
Otro consejo importante es que utilices el agua de tibia a fría (no muy caliente), así como un champú traslúcido. Es fundamental enjuagar perfectamente el cabello.
El champú debe aplicarse principalmente en el cuero cabelludo en lugar de toda su extensión del cabello, pues puede provocar que se vuelva opaco.
Utiliza el acondicionador después de cada champú, a menos de que utilices un champú “2 en 1”. Este producto puede mejorar significativamente la apariencia del cabello dañado; recuerda que es importante que lo concentres en las puntas del cabello.
La frecuencia con la que el cabello debe lavarse depende de la cantidad de aceite que produce. En este sentido, si es graso es importante que lo laves diariamente.
Es posible que un cabello con tratamientos químicos sea más seco, por ello, se debe lavar con menos frecuencia; asimismo, las personas mayores, cuyo cuero cabelludo producen menos grasa, deben lavárselo con menos frecuencia. En todo caso, si ves “escamas” en tu cabello, es posible que no lo estés lavando lo suficiente, lo cual puede conducir a problemas como la caspa u otras enfermedades.
Si tu cabello está dañado o tratado químicamente considera un champú “2 en 1”.
Si nadas frecuentemente es importante que protejas tu cabello contra los efectos del cloro, por ejemplo. Usa un gorro de baño ajustado y utiliza champú especial y un acondicionador profundo.
Vía: HealthDay News, American Academy of Dermatology
