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Los equipos de ultrasonido permitirían diagnosticar de manera temprana el autismo, desde que se está en el vientre materno.

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El ultrasonido, técnica que posee variados usos médicos, también podría servir para el diagnóstico precoz del autismo.

Una investigación realizada por la Universidad Estatal de Michigan sostiene que la utilización de ultrasonidos podría servir para la detección del autismo antes del nacimiento del bebé. Con este método, los expertos podrían predecir de manera muy temprana posibles marcadores en el feto, que indicarían el riesgo de que el niño pueda tener este trastorno.

Los pequeños escogidos en la muestra para hacer este análisis fueron niños de alto riesgo biológico, detectando diversos tipos de lesiones cerebrales que inciden en el desgaste de la materia blanca.

Posteriormente, al nacer, los infantes fueron monitorizados con ultrasonidos. El objetivo de esto era analizar las asociaciones posibles entre las anomalías cerebrales y la salud del menor. Luego, en la adolescencia, estas personas se sometieron a diversas pruebas, para dilucidar la existencia de un Trastorno de Espectro Autista.

La capacidad de los ultrasonidos para diagnosticar el autismo podría significar un considerable avance en la compleja labor de detectar indicios precoces de esta condición. De esta manera, la intervención médica podría adelantarse para que los niños gocen de una mejor calidad de vida.

Otros usos de los ultrasonidos

Las imágenes que brinda el ultrasonido entregan datos suficientes acerca de la anatomía y la situación dentro del organismo.

Además de este nuevo descubrimiento que detecta el trastorno del autismo, los ultrasonidos poseen una multiplicidad de otros usos. Por ejemplo, esta técnica sirve para las parejas que desean conocer el género de su hijo cuando se encuentra en el vientre materno. También son útiles para descubrir afecciones congénitas, detectar lesiones musculares, tumores y complicaciones reumáticas.

Esta tecnología puede ser aplicada en pacientes con artritis reumatoide temprana, debido que la ecografía es bastante sensible y consigue diagnosticar las erosiones óseas, Incluso, es más efectivo que una radiografía simple.

El médico puede ver los tejidos presentes en las piernas o el hombro. De esta forma, el profesional conoce lo que pasa específicamente en las articulaciones, solucionando a tiempo alguna anomalía posible.

Los equipos de ultrasonido de última generación son de uso amigable, por lo que los médicos pueden convertirse en expertos en ecografía en unos meses. Así, serán capaces de evaluar las articulaciones en tiempo real y de forma dinámica.