doberman-2Investigadores apuntan que han desarrollado un tratamiento experimental para una condición grave del corazón en los perros que podría algún día beneficiar a las personas.

Los perros y los humanos tienen sistemas cardiovasculares similares y ambos pueden desarrollar miocardiopatía dilatada, también conocida como «corazón débil«, afirmaron expertos de la Universidad de Washington, EU y de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá.

Según el estudio, la condición hace que el músculo del corazón se vuelva demasiado débil para bombear la sangre por todo el cuerpo, y finalmente conduce a insuficiencia cardiaca. Se sospecha que las proteínas que funcionan mal hacen que el corazón se debilite.

De acuerdo con los investigadores, la causa que da lugar a la miocardiopatía dilatada se desconoce, pero se cree que la genética juega un papel importante. La condición se hereda en muchos perros, y en el caso de las personas, se calcula que del 30 al 50 por ciento de los casos se heredan, acotaron los autores.

En el estudio, los especialistas probaron un tratamiento experimental en las células musculares del corazón de los perros con miocardiopatía dilatada. La terapia consistió en colocar en las células una molécula implicada en la contracción muscular. El tratamiento restaura la función normal de las células del corazón de los perros, hallaron los investigadores.

«Esto sugiere que es un enfoque terapéutico prometedor que vale la pena investigar más adelante para el tratamiento de [miocardiopatía dilatada]», dijo la doctora Lynne O’Sullivan, cardióloga clínica del Colegio Veterinario de Ontario de la Universidad de Guelph.

El siguiente paso es desarrollar una terapia génica para desencadenar la producción de la molécula en las células musculares del corazón, añadió.

Los investigadores dijeron que también descubrieron algunos problemas en el músculo del corazón que podrían contribuir a la miocardiopatía dilatada.

Es importante señalar, sin embargo, que la investigación en animales no siempre puede ser replicada en seres humanos.

El estudio fue publicado en la edición de enero de la revista American Journal of Physiology.

En los perros, la condición es más común en las razas grandes, como el Doberman Pinscher, el lobero irlandés y el Gran Danés, dijeron los investigadores. Normalmente, no existen síntomas evidentes hasta que la enfermedad está avanzada.

 

Vía: Health Library