El ritmo de la vida cotidiana, las presiones y el trabajo, en ocasiones, provocan que no te sientas bien, que estés cansado y estresado.
Y es que establecer un sano equilibrio entre las responsabilidades de la oficina y el hogar, es indispensable para mantener la salud y aumentar el bienestar.
Por ello, aquí te dejamos algunas sugerencias básicas que te permitirán mantener un balance entre tu vida familiar y tu trabajo.
En primera instancia es fundamental que te concentres por completo en una sola cosa y que no dejes que tu mente divague en diferentes responsabilidades o problemas.
Una vez que salgas del trabajo es importante que te “desenchufes”; es decir, que dejes todas esas labores y responsabilidades en la oficina y que aprendas a relajarte.
Genera espacios el los que puedas disfrutar de algún pasatiempo o de una actividad creativa y date tiempo para hacer ejercicio.
Pregunta en tu oficina si existe algún tipo de horario flexible que te permitan estar en casa para atender ciertos temas importantes.
Si te es posible, evita las responsabilidades extras que sumen estrés a tu vida.
Vía: HealthDay News
