Es posible que no pienses mucho en todo lo que ocurre al encender una luz en tu casa, pero no darle el mantenimiento adecuado al cableado y la instalación eléctrica de tu hogar, así como tener productos eléctricos defectuosos, puede provocar incendios, lesiones e incluso la muerte.

Es por eso que es importante verificar y solucionar problemas potenciales antes de que sucedan.

La Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor de Estados Unidos sugiere tomarte un tiempo para que vayas cuarto por cuarto haciendo una revisión de la instalación eléctrica cada seis meses. Comienza con tus lámparas: asegúrate de que la potencia de las bombillas no exceda el máximo recomendado. Todas las tomas eléctricas y sus interruptores deberían sentirse frescos al tacto; el calor podría significar un cableado inseguro. Prueba todas las salidas equipadas con un interruptor de circuito de falla a tierra cada mes. Asegúrate de que las placas frontales estén en su lugar para evitar golpes. Usa enchufes a prueba de niños en los contactos que no utilices si tienes niños pequeños en casa.

Revisa todos los cables eléctricos en busca de signos de daños y reemplázalos según sea necesario, y manténlos fuera de las áreas donde pasan a diario para evitar tropezarse. No deberían tocar alfombras o muebles. Si usas elementos como una manta eléctrica o un calentador eléctrico, asegúrate de que estén en buen estado de funcionamiento y sigue las pautas de seguridad. Mantén los calentadores a una distancia mínima de 3 pies (91 cm) de cualquier elemento combustible, como periódicos, y nunca los uses en el baño.

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En la cocina y en todos los baños, desenchufa los electrodomésticos cuando no los estés usando. Mantén siempre los cables lejos de superficies calientes y todas las fuentes de agua.

No olvides la seguridad en tu sótano, garaje y cualquier área de trabajo. Asegúrate de que todas las herramientas eléctricas tengan enchufes de tres puntas y que tengan doble aislamiento. En tu caja de fusibles, asegúrate de que los fusibles tengan el tamaño adecuado para el circuito. Prueba los interruptores automáticos para comprobar que estén en buen estado de funcionamiento y no se hayan atascado.

Fuera del hogar, verifica que las herramientas eléctricas del jardín y sus cables estén en buenas condiciones y funcionen correctamente. No olvides inspeccionar cualquier piscina o equipo de spa. Las herramientas dañadas pueden convertirse en un riesgo de descarga o incendio cuando el cableado, el motor u otras piezas eléctricas comienzan a desgastarse o a fallar. El cableado dañado con cables expuestos representa un mayor riesgo de descarga e incendio, especialmente al aire libre cuando entran en contacto con la humedad y el suelo. La humedad puede entrar a las salidas externas y presentar un riesgo de descarga o incendio, por lo tanto, asegúrate de que tengan cubiertas a prueba de agua.

 

Vía: Health Day News