La medicina integrativa incluye terapias adicionales a las que se usan en la medicina convencional, como por ejemplo practicar yoga además de tomar un analgésico bajo receta médica. Dichas terapias se conocen como terapias integrativas, y combinan la medicina convencional con la medicina alternativa y con ciertos tipos de actividad física, así lo señala la Clínica Mayo, en Estados Unidos.

Después de esta breve introducción tal vez te preguntes si las terapias integrativas son recomendables y seguras para ti, si realmente te funcionarán y si debes hablar con un profesional de la salud antes de usarlas.

Pues todas son preguntas que siempre debes hacerte. Debido a su creciente popularidad, se han realizado más investigaciones clínicas respecto a dichas terapias. En general, los resultados son positivos, y muchos profesionales de la salud ahora están incorporando terapias integrativas que ya han sido respaldadas por estudios científicos en la práctica clínica.

En combinación con la medicina convencional, los enfoques integrativos pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la clínica recomienda que antes de comenzar cualquier tratamiento de esta índole, lo investigues a fondo.

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Recomendaciones importantes

No todas las terapias integrativas han sido probadas de manera apropiada para determinar su seguridad y efectividad.

Por ello, aquí unos consejos de los expertos de Mayo:

  • Recopila información. Investiga terapias específicas visitando sitios web de buena reputación y hablando con un profesional de la salud.
  • Usa proveedores de terapia acreditados. Utiliza únicamente proveedores que tengan credenciales profesionales o que vengan recomendados por tu profesional de la salud.
  • Cuídate de las interacciones. Pregunta si algún suplemento nutricional que estés considerando tomar podría interferir con tus medicamentos recetados o de venta libre.
  • Infórmate sobre los costos del tratamiento. Muchas terapias integrativas no están cubiertas por los seguros de salud.
  • Habla con un profesional médico antes de probar cualquier enfoque nuevo de tratamiento. Esto es particularmente importante si estás embarazada o amamantando.

 

Vía: Mayo Clinic