i-rayoRealizar actividades o deportes al aire libre es una experiencia disfrutable; no obstante, es importante conocer los riesgos que se tienen, uno de ellos, son los rayos. Las descargas eléctricas naturales o por fenómenos atmosféricos (rayos) pueden ocasionar diferentes lesiones de leves a graves e incluso la muerte; de manera que es importante tomar las medidas de seguridad adecuadas.

«Es esencial que los que están a cargo de las actividades deportivas y recreativas, además de los entusiastas de las actividades al aire libre, conozcan el peligro de los rayos y se preparen para ello», señaló en un comunicado Katie Walsh Flanagan, de la Universidad del Este de Carolina.

En primera instancia, de acuerdo con los expertos, es importante que los administradores, entrenadores, padres y otros que tengan que ver con los deportes y las actividades recreativas al aire libre tengan un plan de emergencias en caso de rayos para cada ubicación en la que practiquen sus actividades.

Deben vigilar el pronóstico y los informes del tiempo y, asimismo, ubicar, antes de los eventos, los lugares seguros en caso de rayos –como un edificio u otro lugar completamente cerrado–. En este sentido, resulta fundamental saber que los lugares inseguros incluyen los refugios o las mesas de picnic, las paradas de autobuses y los árboles.

Durante una tormenta refugiarse en el interior de edificios sólidos, automóviles, autobuses, camiones y trenes. Evitar estructuras metálicas, cuerpos de agua, grupos de personas, corrientes de aire. No utilizar bicicletas, motos y otros vehículos abiertos.

Además, es necesario cronometrar el tiempo que toma llegar a los lugares seguros y, con base en ello, planear una forma adecuada de hacerlo.

No es recomendable volver a salir al aire libre hasta por lo menos 30 minutos después del último rayo o sonido de trueno.

En los espacios deportivos grandes es necesario tener un plan de seguridad para los espectadores que incluya la evacuación segura y ordenada hacia espacios seguros.

Buscar asistencia médica de manera oportuna.

Menos de la tercera parte de las personas afectadas tiene signos de quemaduras. Cuando estas ocurren, son usualmente superficiales.

Sólo el 10-20% de las personas alcanzadas por un rayo mueren, los que sobreviven 70-75% sufren secuelas físicas (quemaduras, cardiacas, neurológicas, pulmonares o psicológicas).  Esto dependerá del trayecto del rayo a través del cuerpo. Si es por el interior tenemos un 85% de fatalidad, si es por el exterior se tiene un 50-70% de probabilidad de supervivencia por los diferentes mecanismos de daño que esta descarga ocasiona.

Vía: HealthDay News