En nuestro oído, el conducto auditivo externo está cubierto por unas estructuras llamadas folículos pilosos, así como por glándulas que producen un aceite ceroso llamado cerumen. La cera casi siempre se abre paso hasta la abertura del oído. Cuando llega ahí, lo común es que se caiga, o puede eliminarse a través de lavado.

Sin embargo, la cera también puede acumularse y bloquear el conducto auditivo externo. A esto se le conoce como tapón de cerumen, y se considera una de las causas más comunes de pérdida de audición.

¿Qué lo causa?

El cerumen protege al oído al atrapar e impedir que el polvo, las bacterias y otros microorganismos, al igual que objetos pequeños, penetren y ocasionen daño en el oído. Además, protege la delicada piel del conducto auditivo externo, evitando que se irrite cada vez que le entre agua.

Hay personas cuyas glándulas producen más cera de la que puede eliminarse fácilmente del oído. Dicha cera adicional puede endurecerse en el conducto auditivo externo, causando un bloqueo en el oído. Si tratas de limpiarlo, podrías empujar la cera hacia el fondo, bloqueando aún más el conducto auditivo.

Síntomas

En cuanto a los síntomas suelen ser los siguientes:

  • Dolor de oído
  • Sensación de llenura en el oído o de que está taponado
  • Ruidos en el oído (tinnitus)
  • Pérdida parcial de la audición, que es capaz de empeorar

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¿Cómo tratarlo?

La mayor parte de los casos de tapón de cerumen pueden tratarse en el hogar. Algunas maneras para ablandar la cera incluyen: aceite para bebés, gotas comerciales, glicerina, aceite mineral y agua.

La cera también puede extraerse mediante lavado. Para ello, te recomendamos hacer lo siguiente:

  • Utiliza agua a temperatura corporal (el agua más fría o más caliente puede causar mareo o vértigo breve pero fuerte).
  • Sostén la cabeza erguida y endereza el conducto auditivo externo, sosteniendo tu oreja y jalando suavemente hacia arriba.
  • Usa una jeringa (puedes comprar una en la tienda) para aplicar suavemente un chorro pequeño de agua (irrigación) contra la pared del conducto auditivo cerca del tapón de cerumen.
  • Inclina la cabeza para permitir que salga el agua. Quizás necesites repetir la irrigación varias veces.
  • Es importante que nunca irrigues el conducto auditivo si existe la posibilidad de que el tímpano tenga un agujero. Tampoco lo irrigues con un dispositivo a presión, como el diseñado para limpiar dientes.
  • Una vez que extraigas la cera, seca el oído en su totalidad. Puedes utilizar pocas gotas de alcohol en tu oído o un secador de pelo a baja potencia para agilizar el secado.

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Otras recomendaciones

Asimismo, puedes limpiar el conducto auditivo externo usando un pañuelo o papel higiénico envuelto alrededor de tu dedo. Puedes añadir aceite mineral para humectar tu oído y evitar que la cera se seque.

Jamás te limpies los oídos con demasiada frecuencia ni con demasiada fuerza. Recuerda que el cerumen ayuda a proteger tus oídos. No intentes limpiar el oído introduciendo algún objeto (dígase un hisopo) en el conducto auditivo externo.

Si eres incapaz de extraer el tapón de cerumen aplicando los consejos que aquí te mencionamos, debes consultar a un médico a la brevedad, ya que utilizará el método más adecuado para extraer el cerumen según sea tu caso. Los más usados por los especialistas son:

  • Irrigaciones repetidas
  • Succión en el conducto auditivo externo
  • Uso de un pequeño dispositivo llamado cureta
  • Uso de microscopio para ayudar en la extracción

 

Vía: Medline Plus