De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Obstetric, Gynecologic & Neonatal Nursing, la mayoría de las mujeres embarazadas pueden tener un parto natural incluso si su trabajo de parto no comienza poco después de que hayan roto la fuente.

Esta situación ocurre en aproximadamente el 11% de las mujeres embarazadas que llegan a término. Cabe señalar que el trabajo de parto suele inducirse en dichos casos.

No obstante, los investigadores de la Universidad de Michigan encontraron que no existe un aumento significativo en el riesgo para la madre o el bebé al esperar un tiempo para que el trabajo de parto comience por sí solo, un enfoque llamado manejo expectante.

El estudio incluyó a más de 2,300 mujeres estadounidenses atendidas por un servicio de partería del medio oeste entre enero de 2016 y diciembre de 2018.

En el 12% de esas mujeres, el saco amniótico se rompió más rápidamente, lo que se conoce como ruptura de agua. De ellas, el 53% decidió esperar en casa a que comenzara el trabajo de parto; 36% recibieron manejo expectante en el hospital; 7.5% ingresaron para la inducción inmediata del trabajo de parto; y el 3% ingresaron para parto por cesárea inmediata.

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De las mujeres que optaron por esperar, el 65% inició el trabajo de parto por su cuenta y no fue necesaria la inducción.

El trabajo de parto a menudo se induce en estos casos, ya que se cree que el riesgo de infección tanto para la madre como para el bebé aumenta cuanto más tiempo pasa entre la ruptura del saco amniótico y el inicio del trabajo de parto.

Pero las tasas de infección no fueron distintas entre los diferentes grupos de mujeres cuya fuente se rompió antes, indicaron los investigadores.

Los resultados mostraron que tanto la inducción del trabajo de parto como el uso de un manejo expectante deben considerarse cuando se rompe la fuente antes de tiempo, y la decisión debe guiarse por los deseos y la salud de la madre, subrayó Ruth Zielinski, enfermera partera, profesora clínica de enfermería y coautora del estudio.

«Hace veintiséis años, cuando me gradué de la escuela de partería, asumí que todas querían evitar la inducción, pero definitivamente este no es el caso. A menudo, las pacientes quieren que las cosas funcionen y se sienten bien con la inducción. Sin embargo, con embarazos a término saludables, esperar un período de tiempo para que comience el trabajo de parto es razonable y debe ofrecerse».

Finalmente, Zielinski enfatizó que es importante que las mujeres embarazadas discutan sus opciones con su proveedor de atención médica.

 

Vía: Health Day News