Hacer deporte es una práctica que se ha popularizado en los últimos tiempos, sobre todo en los sectores jóvenes de la población.

La práctica deportiva aporta grandes beneficios a la salud integral de niños y adolescentes, sin embargo, el riesgo de lesiones hace que muchos padres de familia se preocupen.

Es común que un gran número de padres se angustien o se preocupen por el hecho de que sus hijos sufran alguna lesión o accidente al hacer deporte, señaló en un comunicado la Asociación Nacional de Entrenadores Deportivos de Estados Unidos (NATA, por sus siglas en inglés).

Más beneficios que riesgos

Si bien es cierto que practicar algún deporte conlleva un riesgo de lesión, la realidad indica que los beneficios que aporta a la salud son más importantes, destacó Tory Lindley, presidente de la NATA.

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“Los padres claramente aprecian los beneficios del deporte para sus hijos y, de forma comprensible, quieren asegurarse de que están tan seguros como sea posible, pero creemos firmemente que los beneficios de los deportes superan con mucho a los riesgos”, aseguró el especialista.

Aparte de los beneficios físicos, la práctica deportiva también mejora aspectos mentales y emocionales en los niños y adolescentes, como:

-Aumenta la confianza.

-Mejora la capacidad de liderazgo.

-Fomenta el trabajo en equipo.

De acuerdo con Lindley, “hay medidas que los padres pueden tomar para reducir los riesgos de lesiones relacionadas con los deportes”. Algunas de las que recomendó el experto son:

1. Preguntar sobre la capacitación del entrenador y qué tanta experiencia tiene.

2. Informarse sobre los planes de emergencia ante un accidente o lesión.

3. Verificar si el lugar donde su hijo practica deporte cuenta con un profesional de la salud para ofrecer atención médica en caso de que se necesite.

Entre las mayores preocupaciones de los padres de familia está que sus hijos sufran rotura de huesos, torceduras, esguinces, conmociones cerebrales, deshidratación, lesiones por sobreesfuerzo o estrés, destacó la NATA.

Sin embargo, todos estos peligros se pueden prevenir con prácticas adecuadas y la información necesaria, destacó Lindley.

 

Vía: Health Library