Algunas afecciones oculares son más comunes en personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Estas incluyen errores de refracción, como el astigmatismo, y la insuficiencia de convergencia, que dificulta que los ojos permanezcan alineados al mirar objetos cercanos.

Recordemos que el TDAH es una condición del desarrollo neurológico que afecta la atención y el control de los impulsos.

Las alteraciones visuales no forman parte de los criterios de diagnóstico del TDAH, pero existe una asociación entre las condiciones que afectan la salud ocular y el TDAH.

Un análisis del 2016 en donde se encuestó a niños con y sin discapacidad visual encontró que los diagnósticos de TDAH eran más comunes en aquellos con problemas de visión. De 75,000 niños, el 15.6% de los que tenían problemas oculares también recibieron un diagnóstico de TDAH, en comparación con el 8.3% de los que no tenían problemas de visión.

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Las investigaciones han demostrado vínculos entre el trastorno y algunas discapacidades visuales específicas, las cuales incluyen:

  • Error refractivo astigmático: Los errores refractivos ocurren cuando la forma del ojo impide que la luz se enfoque correctamente en la retina, lo que hace que la visión se torne borrosa. El astigmatismo es un tipo de error refractivo y es más común en niños con TDAH.
  • Insuficiencia de convergencia: Significa que los ojos pierden alineación cuando una persona intenta enfocar un objeto cercano, lo que provoca visión borrosa o doble. Un estudio del 2012 halló que los niños con TDAH tenían más síntomas de insuficiencia de convergencia que aquellos sin TDAH, y que era más probable que dicha insuficiencia afectara su desempeño si tenían TDAH.
  • Percepción del color: Un pequeño estudio del 2014 encontró que los adultos jóvenes con TDAH tenían más probabilidades de desarrollar dificultades para percibir los colores en el rango del espectro azul. Sin embargo, como el estudio solo incluyó a 60 personas, es posible que los resultados no sean generalizables.

Los científicos no están seguros de por qué las condiciones visuales y el TDAH parecen estar vinculados, pero existen algunas teorías. La primera se relaciona con la función ejecutiva.

La función ejecutiva se refiere a la capacidad de una persona para planificar, organizar y prestar atención. Las personas con TDAH a veces tienen niveles más bajos de función ejecutiva que las personas sin el trastorno.

No obstante, los autores del análisis del 2016 sugieren que las personas con discapacidad visual pueden experimentar esto porque tienen que dedicar más atención a navegar por el mundo y, por lo tanto, tienen una capacidad reducida para concentrarse en otras cosas. Esto puede exacerbar los síntomas del TDAH o hacerlos más evidentes.

 

Fuente: Medical News Today