Una persona no requiere una próstata funcional para vivir, pero sí que es importante para la fertilidad.
Esto porque la función principal de la próstata es aportar líquido prostático al semen. La próstata contribuye con un 20-30% de líquido al volumen total del semen. El resto proviene de las vesículas seminales (50-65%) y los testículos (5%).
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El líquido prostático contiene componentes que hacen que el semen sea una sustancia ideal para que vivan los espermatozoides, como por ejemplo enzimas, zinc y ácido cítrico. Una enzima importante es el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), que ayuda a que el semen sea más delgado y fluido.
El fluido en el semen ayuda a que los espermatozoides viajen por la uretra y sobrevivan el viaje hacia un óvulo, que es esencial para la reproducción.
El fluido prostático es ligeramente ácido, pero otros componentes del semen lo vuelven alcalino en general. Esto para contrarrestar la acidez de la vagina y proteger al esperma de cualquier daño.
Fuente: Medical News Today
