La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo. Los primeros signos incluyen tener problemas con el movimiento.

Los movimientos musculares corporales suaves y coordinados son posibles gracias a la dopamina, una sustancia que se produce en una parte del cerebro llamada «sustancia negra».

En el Parkinson, las células de la sustancia negra comienzan a morir. Cuando esto sucede, los niveles de dopamina se reducen, y una vez que disminuyen entre un 60 y un 80 por ciento, comienzan a aparecer los síntomas de la afección.

Las intervenciones quirúrgicas para tratar el Parkinson están reservadas para personas que no responden a la medicación, la terapia y los cambios en el estilo de vida.

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Hasta el momento, se utilizan dos tipos principales de cirugía para tratar la enfermedad de Parkinson:

1. Estimulación cerebral profunda

Durante la estimulación cerebral profunda, los cirujanos implantan electrodos en partes específicas del cerebro. Un generador conectado a los electrodos envía pulsos para ayudar a reducir los síntomas.

2. Terapia administrada por bomba

En enero de 2015, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó una terapia administrada por bomba llamada Duopa.

La bomba administra una combinación de los medicamentos levodopa y carbidopa (el primero ayuda a reponer la dopamina, y el segundo retrasa la descomposición de levodopa, lo que a su vez aumenta la disponibilidad de levodopa en la barrera hematoencefálica). Para usar la bomba, el médico deberá realizar un procedimiento quirúrgico para colocarla cerca del intestino delgado.

Si deseas saber mas sobre los tipos de cirugía para tratar el Parkinson, consulta a tu médico.

 

Fuente: Healthline