La aflicción es una reacción a una pérdida de alguien o algo importante. Las personas también pueden experimentar aflicción si tienen una enfermedad incurable o un padecimiento crónico que afecta su calidad de vida. 

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, todas las personas experimentan la aflicción de diferente manera. Sin embargo, existen etapas para el proceso del duelo, que comienza con el reconocimiento de la pérdida y continúa hasta que la persona finalmente la acepta.

¿Cuáles son los síntomas o señales de la aflicción?

La aflicción se puede describir en cinco etapas. Es posible que estas reacciones no se presenten en un orden específico o que ocurran juntas.

  1. Negación, incredulidad o aturdimiento.
  2. Ira que lleva a culpar a otros.
  3. Hacer promesas —por ejemplo, “si me curo del cáncer, dejaré de fumar”—. 
  4. Estado de ánimo depresivo, tristeza y llanto.
  5. Aceptación y hacer acuerdos.

Las personas que sufren aflicción pueden tener episodios de llanto, dificultad para dormir y falta de productividad en el trabajo.

Para ayudar con el diagnóstico y tratamiento, un profesional de la salud podría recomendar un examen físico. Al tiempo, hará preguntas acerca de los síntomas, incluidos el sueño y el apetito. 

La familia y los amigos pueden ofrecer apoyo emocional durante un proceso de aflicción. Es importante que la persona afectada busque ayuda, debido a que los síntomas que duran mucho tiempo pueden llevar a la depresión clínica.

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Es importante señalar que la fase aguda de la aflicción puede durar hasta 2 meses. Algunos síntomas más leves pueden durar un año o más. La asesoría psicológica es clave para ayudar a una persona que sea incapaz de enfrentar la pérdida o que sufra de depresión con aflicción.

Otra opción es unirse a un grupo de apoyo donde los miembros compartan sus experiencias y problemas en común, con el fin de ayudar a aliviar el estrés de la aflicción —especialmente ante la pérdida de un hijo o cónyuge—.

Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud mental. ¡Cuídate!

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos