El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda que todas las personas, a partir de los 12 años, se realicen pruebas de detección de la depresión, ya que permiten detectarla en una etapa temprana. Y el tratamiento temprano permite que quienes padecen la afección mejoren más rápido.

La depresión es una enfermedad. No es causada por debilidad personal y no es un defecto de carácter. Cuando alguien tiene depresión, los químicos en su cerebro llamados neurotransmisores están desequilibrados.

La depresión hace que los adultos y los niños se sientan tristes o desesperanzados la mayor parte del tiempo. Es diferente de los sentimientos normales de tristeza, dolor o falta de energía. Infórmale siempre a tu médico si te sientes triste o muestras otros síntomas de depresión. Muchas veces, la gente se avergüenza de estos sentimientos y no dice nada. La depresión puede tratarse y cuanto antes reciba tratamiento, mayores serán tus posibilidades de una recuperación rápida y completa. La depresión no tratada puede empeorar, causar otros problemas de salud y durar años o incluso toda la vida. Es capaz de generar un impacto grave tanto en ti como en las personas que te importan.

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Adultos

Para saber si tienes depresión, tu médico puede hacerte un examen físico y preguntarte sobre tu salud y tus sentimientos. Es posible que algunas preguntas no parezcan estar relacionadas con tu estado de ánimo. Pero tus respuestas honestas pueden darle al médico pistas sobre cómo te está afectando la depresión. Tu médico puede preguntarte sobre sentimientos de tristeza, cambios en el hambre o el peso, nivel de energía, concentración, culpa, pensamientos de muerte y suicidio, sueño, interés general en las actividades diarias y más.

Algunas enfermedades pueden causar síntomas que parecen depresión. Por lo tanto, tu médico puede realizar análisis de sangre para ayudar a descartar problemas físicos, como un nivel bajo de tiroides o anemia.

Niños y adolescentes

Los síntomas de la depresión en niños y adolescentes pueden ser diferentes a los de los adultos.

Para saber si tu hijo(a) padece depresión, el médico puede hacerle un examen físico y preguntarle sobre su salud, sus pensamientos, sus acciones y sus sentimientos. Asimismo, puede preguntarle sobre el mal humor, las rabietas, los dolores de cabeza, los dolores de estómago, el aislamiento social y más. Es común que los niños con depresión tengan otros problemas, como ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o un trastorno alimentario. El médico también puede hacer preguntas sobre estos problemas, así como pedirte a ti o a un maestro que complete un formulario sobre los síntomas de tu hijo(a).

Algunas enfermedades pueden causar síntomas que parecen depresión. Por lo tanto, el médico puede realizar análisis de sangre para ayudar a descartar otros problemas físicos.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan