El delirio es un estado mental que causa confusión, desorientación y no permite pensar o recordar con claridad.
Los síntomas del delirio suelen comenzar de repente, en unas pocas horas o en unos pocos días. A menudo van y vienen. Los síntomas más comunes incluyen:
- Cambios en el estado de alerta (generalmente más alerta por la mañana, menos por la noche)
- Cambios en los niveles de conciencia
- Confusión
- Pensamiento desorganizado, hablar de una manera que no tiene sentido
- Patrones de sueño interrumpidos, somnolencia
- Cambios emocionales: ira, agitación, depresión, irritabilidad, sobreexcitación
- Alucinaciones y delirios
- Incontinencia
- Problemas de memoria, especialmente con la memoria a corto plazo
- Problemas para concentrarse
Conoce más: ¿Qué es el delirio y cuáles son sus causas y factores de riesgo?
Los proveedores de atención médica suelen utilizar muchas herramientas para realizar un diagnóstico. Estas incluyen:
- Un historial médico, que incluye preguntar al paciente sobre sus síntomas
- Exámenes físicos y neurológicos
- Prueba de estado mental
- Pruebas de laboratorio y de diagnóstico por imágenes
El delirio y la demencia tienen síntomas similares, por lo que puede ser difícil diferenciarlos. También pueden presentarse juntos (al mismo tiempo). El delirio comienza de forma repentina y puede causar alucinaciones.
Los síntomas pueden mejorar o empeorar, y pueden durar horas o semanas. Por otra parte, la demencia se desarrolla lentamente y no provoca alucinaciones. Los síntomas son estables y pueden durar meses o años.