Todos olvidamos algunas cosas de vez en cuando. Sin embargo, la pérdida de la memoria no es algo que deba tomarse a la ligera. Si bien no hay garantías respecto de la prevención de la pérdida de la memoria o de la demencia, hay ciertas actividades que podrían ayudarte.

Toma en cuenta estos consejos y comienza a agudizar tu mente.

  • Realiza actividad física. La actividad física aumenta el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Para la mayoría de los adultos saludables, se recomienda un mínimo semanal de 150 minutos de actividad aeróbica moderada. Si no tienes tiempo para una rutina de entrenamiento, realiza caminatas de 10 minutos durante el día.
  • Convive con otras personas. La interacción social ayuda a prevenir la depresión y el estrés, que pueden contribuir a la pérdida de la memoria.
  • Anota tareas, citas u otros eventos en un cuaderno especial. Considera que es más probable que te olvides de las cosas si tu casa y tus anotaciones están desordenadas.
  • Reserva un lugar para guardar la cartera, las llaves, las gafas y otros artículos esenciales. También te recomendamos actualizar las listas con tareas por hacer y marcar las que ya completaste.
  • Evita las distracciones y no hagas demasiadas cosas a la vez. Si te concentras en la información que estás tratando de retener, es más probable que la recuerdes más tarde.
  • Descansa de siete a nueve horas por día. Dormir es importante para ayudarte a consolidar tus recuerdos, de modo que puedas recordarlos más adelante.
  • Cuida muy bien tu alimentación. Una dieta saludable puede ser tan buena para tu cerebro como lo es para tu corazón. Come frutas, verduras y granos integrales. Elige fuentes de proteína bajas en grasa, como pescado, frijoles y carne de pollo sin piel.

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Recuerda que también es importante seguir las recomendaciones de tu médico para afecciones médicas, como depresión, presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, obesidad y pérdida de la audición. Cuanto mejor te cuides, mejor será tu memoria. 

Si estás preocupado por la pérdida de memoria, especialmente si esto afecta tu capacidad para realizar tus actividades diarias o si notas que tu memoria empeora, habla con un profesional de la salud. 

 

Fuente: Mayo Clinic