Tener la cantidad adecuada de sueño, ni demasiado ni muy poco, podría reducir el riesgo de deterioro mental a medida que envejeces, incluso si padeces enfermedad de Alzheimer en etapa temprana, así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista Brain.

La falta de sueño y la enfermedad de Alzheimer están asociadas con la disminución del pensamiento (disminución cognitiva), pero separar los efectos de cada uno ha sido un desafío.

Este nuevo trabajo incluyó a 100 adultos mayores cuya función cognitiva fue monitoreada durante un promedio de 4.5 años. Los participantes se sometieron a un estudio del sueño a una edad promedio de 75 años y se les evaluó la variante genética APOE4 de la enfermedad de Alzheimer de alto riesgo, así como los niveles de proteínas de dicha afección en el líquido cefalorraquídeo.

La mayoría de los participantes (88) no tenían deterioro cognitivo, 11 tenían un deterioro muy leve y uno tenía un deterioro leve.

En general, los puntajes cognitivos disminuyeron en aquellos con menos de 5.5 o más de 7.5 horas de sueño autoinformado por noche, mientras que los puntajes permanecieron estables para aquellos que se ubicaron en medio de este rango.

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«Fue particularmente interesante ver que no solo aquellos que dormían poco, sino también aquellos que dormían mucho, tenían más deterioro cognitivo. Esto sugiere que la calidad del sueño puede ser la clave, a diferencia del simple sueño total», señaló el doctor David Holtzman, profesor de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, y coautor principal del estudio.

Este vínculo en forma de U entre el sueño y el deterioro mental se mantuvo después de que los investigadores ajustaron factores que pueden afectar tanto el sueño como la cognición, como la edad, el sexo, los niveles de proteínas de Alzheimer y la presencia de APOE4.

Los resultados ayudarían a diseñar estrategias para que las personas mantengan su mente aguda a medida que envejecen, sugirieron los investigadores.

«Ha sido un desafío determinar cómo se relacionan el sueño y las diferentes etapas de la enfermedad de Alzheimer, pero eso es lo que necesitamos saber para comenzar a diseñar intervenciones», comentó el doctor Brendan Lucey, director del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington y primer autor del estudio.

«Nuestro trabajo sugiere que existe un rango medio, o ‘punto óptimo’, para el tiempo total de sueño, en el que el rendimiento cognitivo se mantuvo estable a lo largo del tiempo. Los tiempos de sueño cortos y largos se asociaron con un peor rendimiento cognitivo, tal vez debido a un sueño insuficiente o a una calidad deficiente del mismo», apuntó Lucey.

«Una pregunta sin respuesta es si podemos intervenir para mejorar el sueño, como aumentar el tiempo de sueño en aproximadamente una hora entre las personas que duermen poco. ¿Tendría esto un efecto positivo en su rendimiento cognitivo para que ya no disminuya? Se requiere más investigación para responder esa pregunta», agregó el experto.

 

Fuente: Health Day News