La meditación es una actividad simple y económica, que no requiere ningún equipo especial. Por si esto fuera poco, ayuda a fomentar el relajamiento y reduce el estrés. Gracias a ello, es considerada una medicina complementaria para la mente y el cuerpo. 

De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, la meditación puede brindar una sensación de calma, paz y equilibrio, misma que beneficia tanto el bienestar emocional como la salud general. 

Sorprendentemente, estos beneficios no finalizan cuando termina la sesión de meditación. La meditación puede ayudarte a llevar adelante el día de manera más calmada y a controlar los síntomas de ciertas afecciones médicas.

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Los beneficios emocionales y físicos de la meditación incluyen:

  1. Tener una nueva perspectiva de las situaciones estresantes.
  2. Adquirir habilidades para controlar el estrés.
  3. Aumentar la autoconciencia.
  4. Enfocarse en el presente.
  5. Reducir las emociones negativas.
  6. Aumentar la imaginación y la creatividad.
  7. Aumentar la paciencia y la tolerancia.
  8. Bajar la frecuencia cardíaca.
  9. Bajar la presión arterial en reposo.
  10. Mejorar la calidad del sueño.

¿Qué necesitas para meditar?

  • Respira profundamente. Esta técnica es buena para principiantes, ya que la respiración es una función natural.
  • Dirige toda tu atención a la respiración. Concéntrate en lo que sientes y lo que oyes al inhalar y exhalar por la nariz. Respira profundamente y despacio. Cuando te distraigas, vuelve suavemente a prestar atención a tu respiración.
  • Observa tu cuerpo. Cuando uses esta técnica, dirige tu atención a las diferentes partes del cuerpo. Presta atención a las sensaciones corporales, ya sea dolor, tensión, calor o relajación.
  • Camina y medita. Meditar mientras caminas es una manera eficiente y sana de relajarte. Puedes usar esta técnica donde sea que camines, como en un bosque silencioso, en una vereda de la ciudad o en el centro comercial.

¡Disfrútalo! Es importante que no juzgues tu habilidad para meditar, con el fin de evitar el estrés. La meditación lleva práctica. Experimenta y con el tiempo descubrirás qué tipos de meditación son mejores para ti. 

 

Fuente: Mayo Clinic