En una relación de codependencia, las personas suelen adoptar uno de los dos roles siguientes: el de cuidador (el que da o facilita) o el de receptor.

El cuidador en una relación de codependencia prioriza los pensamientos, sentimientos y necesidades de la otra persona por encima de los suyos propios. A menudo no se cuida a sí misma (ni emocional ni físicamente) y pasa una gran cantidad de tiempo cuidando a la otra persona.

El receptor en la relación generalmente se aprovecha de este cuidado, intencional o involuntariamente. Las necesidades del receptor pueden eclipsar las del cuidador, hasta el punto de que este puede perder por completo su sentido de sí mismo(a).

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Aunque cada relación es distinta, aquí hay algunas señales de que podrías estar asumiendo un rol de cuidador en una relación codependiente:

  1. No eres capaz de dedicar tiempo o energía a tus propias necesidades y deseos.
  2. Tienes problemas para pasar tiempo con otras personas o realizar pasatiempos personales.
  3. Sientes que de alguna manera puedes controlar o cambiar a la otra persona.
  4. Te resulta difícil sentirte bien sin la presencia o aprobación de la otra persona.
  5. Tienes dificultades para estar seguro(a) de cómo te hace sentir la relación.

RECUERDA: Hablar con un terapeuta puede ayudarte a reconocer tu papel de cuidador en una relación codependiente y brindarte recomendaciones para superarla o salir de ella de manera segura.

 

Fuente: Healthline