La fiebre amarilla es una enfermedad grave causada por un virus que se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado. Dicha afección puede causar fiebre y una enfermedad similar a la gripe, ictericia (coloración amarillenta de los ojos y la piel), insuficiencia hepática, insuficiencia pulmonar, insuficiencia renal, vómitos de sangre e incluso la muerte, así lo advierte Michigan Medicine, en Estados Unidos.

La vacuna contra la fiebre amarilla se recomienda para personas que planean vivir o viajar hacia áreas donde se sabe que existe la enfermedad, o para aquellas que por lo demás tienen un riesgo elevado de entrar en contacto con el virus.

Esta vacuna se usa para ayudar a prevenir la fiebre amarilla en adultos y niños que tienen al menos 9 meses de edad. La vacuna actúa exponiéndote a una pequeña dosis del virus, lo que hace que el cuerpo desarrolle inmunidad ante este. Cabe mencionar que la vacuna no tratará una infección activa que ya se haya desarrollado en el cuerpo.

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Debes recibir la vacuna al menos 10 días antes de tu llegada al área donde podrías exponerte al virus.

La vacuna también se recomienda para personas que trabajan en un laboratorio de investigación y quizás queden expuestas al virus de la fiebre amarilla mediante accidentes por pinchazos de agujas o por inhalar gotitas virales en el aire.

Como cualquier biológico, la vacuna contra la fiebre amarilla puede no brindar protección contra la enfermedad en todas las personas.

Si deseas saber más sobre esta vacuna, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health