A medida que pasan los años y avanzas en tu experiencia del envejecimiento, es conveniente considerar procedimientos que te ayuden a suavizar sus efectos.

De acuerdo con un informe del año 2020, algunos de los procedimientos cosméticos más comunes en esta categoría incluyen:

  • Lifting facial
  • Aumento de mentón
  • Toxina botulínica tipo A (Botox)
  • Inyecciones, incluyendo rellenos y colágeno
  • Rejuvenecimiento cutáneo con láser

Los liftings faciales o aumentos de mentón son cirugías, mientras que el Botox, las inyecciones y el rejuvenecimiento cutáneo con láser se consideran mínimamente invasivos.

En esencia, todos prometen lo mismo: ayudar a restaurar una piel joven. El significado varía según la persona, y ninguno es un procedimiento milagroso, es decir, no puede curar el envejecimiento cutáneo.

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Según los expertos, existen tratamientos que se pueden aplicar para revertir el daño solar y parte del proceso de envejecimiento, o bien ralentizarlo con nuevas tecnologías para estimular el colágeno y la elastina.

Sin embargo, no existe nada en el mercado que pueda contrarrestar la función de nuestro ADN: el envejecimiento causado por el paso del tiempo.

Además, los procedimientos mínimamente invasivos como el bótox no son soluciones rápidas ni de un solo uso.

Muchos de estos tratamientos requieren seguimientos regulares para obtener resultados consistentes, como una piel más joven, firme y tersa.

Por ello, antes de comenzar un tratamiento, es fundamental tener una conversación honesta con un profesional para asegurarse de que se ajuste a tus necesidades, ya que cada persona envejece de forma distinta.

Llevar fotos de los resultados deseados a la consulta puede ayudarte a tomar una decisión, pero solo hasta cierto punto.

 

Fuente: Healhtline