Las botas modernas y flexibles pueden ser tan buenas como los modelos de yeso de la vieja escuela en lo que respecta a un tobillo roto, así lo reveló una nueva investigación publicada en la revista BMJ.

A menudo relacionados con deportes, accidentes de tráfico o caídas, los tobillos rotos pueden ser simples roturas en un hueso o fracturas más complicadas que involucran varios huesos, así lo indica la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. Las fracturas de tobillo no siempre requieren cirugía, pero la mayoría de las personas necesitarán mantener el pie inmovilizado con un yeso o una bota removible durante aproximadamente seis semanas para que los huesos puedan sanar.

En la nueva investigación, los participantes reportaron niveles similares de dolor y función después de 16 semanas, sin importar si recibieron un yeso o una bota removible para tratar su fractura de tobillo.

«Mantener el tobillo roto rígidamente quieto en un yeso no es mejor que permitir que se mueva», destacó la autora del estudio Rebecca Kearney, profesora de trauma y rehabilitación ortopédica en la Universidad de Warwick en Coventry, Reino Unido.

Mucha gente prefiere una férula. «Los aparatos ortopédicos funcionales se pueden quitar para permitir un movimiento temprano y para que los pacientes cuiden su piel y su higiene básica», agregó. Por el contrario, los yesos son rígidos y pueden causar rigidez en las articulaciones y músculos debilitados.

Como parte de la prueba, alrededor de 670 personas con tobillos rotos recibieron un yeso por debajo de la rodilla o un aparato ortopédico removible. A las personas que recibieron un aparato ortopédico se les dijo cómo y cuándo quitarse la bota y se les pidió que realizaran ejercicios de fortalecimiento del tobillo.

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Después de aproximadamente cuatro meses de seguimiento, se les preguntó a los pacientes sobre su dolor al caminar, subir escaleras, correr, saltar y ponerse en cuclillas, así como por la rigidez, la hinchazón y el uso de cualquier dispositivo de apoyo. Sus respuestas se combinaron en la puntuación de tobillo de Olerud Molander.

De esta forma, los autores no encontraron diferencia en las puntuaciones entre los dos grupos. «Al elegir un yeso o un aparato ortopédico, debes considerar la preferencia del paciente y el costo», señaló Kearney.

Por su parte, el doctor Andrew Elliott, cirujano de pie y tobillo en el Hospital para Cirugía Especializada de la ciudad de Nueva York y ajeno al estudio, dijo que tanto los yesos como las botas removibles tienen méritos cuando se trata un tobillo roto.

«Termina siendo una discusión entre el paciente y el cirujano sobre cuál creen que es el mejor curso de tratamiento», apuntó Elliott.

El nuevo trabajo encontró que las personas que recibieron botas tenían más probabilidades de desarrollar una infección y/o necesitar una cirugía adicional, pero no fue diseñado para analizar estos problemas específicamente, por lo que no se pueden sacar conclusiones. Sin embargo, tiene sentido, añadió el experto.

«Estas lesiones pueden ocurrir con un movimiento antes de tiempo, y la bota no se ajusta tan bien como un yeso, por lo que puede desarrollar microtraumas y problemas por heridas», finalizó Elliott.

 

Fuente: Health Day News