Ciertos tipos de sangre pueden aumentar el riesgo de que una persona tenga diferentes problemas de salud, así lo sugiere un nuevo estudio publicado en la revista eLife.

La investigación confirma algunos hallazgos previos y revela nuevos vínculos entre los tipos de sangre y las enfermedades.

«Todavía hay muy poca información disponible sobre si las personas con grupos sanguíneos RhD positivos o RhD negativos pueden estar en riesgo de contraer ciertas enfermedades, o cuántas enfermedades más pueden verse afectadas por el tipo o grupo sanguíneo», señaló Torsten Dahlén, estudiante de doctorado en el Instituto Karolinska de Estocolmo y primer autor de la investigación.

Para indagar sobre esto, los autores estudiaron el vínculo entre los tipos de sangre, el estado del RhD (si era negativo o positivo) y más de 1,000 enfermedades. (Una persona RhD positiva tiene una proteína llamada antígeno D en sus glóbulos rojos; RhD negativo significa que la proteína está ausente).

Se analizaron datos de salud de más de 5 millones de personas en Suecia, mediante lo cual se identificaron 49 enfermedades relacionadas con los tipos de sangre y una asociada con el grupo RhD.

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Los resultados mostraron que las personas con sangre tipo A mostraron más probabilidades de desarrollar coágulos de sangre; aquellos con sangre tipo O tuvieron más probabilidades de sufrir un trastorno hemorrágico; y las mujeres con sangre tipo O mostraron más probabilidades de desarrollar presión arterial alta inducida por el embarazo (hipertensión).

Los investigadores también hallaron un nuevo vínculo entre la sangre tipo B y un menor riesgo de cálculos renales, y observaron que las mujeres que son RhD positivas tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión inducida por el embarazo.

Se requieren más estudios para confirmar estos hallazgos y aprender más sobre los vínculos entre el tipo de sangre y los riesgos de enfermedad, dijeron los autores.

«Nuestro estudio destaca relaciones nuevas e interesantes entre afecciones como los cálculos renales, la hipertensión inducida por el embarazo y el tipo o grupo sanguíneo», apuntó Gustaf Edgren, autor principal y profesor asociado de epidemiología en el Instituto Karolinska.

«Esto sienta las bases para estudios futuros que permitirían identificar los mecanismos detrás del desarrollo de la enfermedad, o para investigar nuevas estrategias de identificación y tratar a las personas con ciertas enfermedades», agregó Edgren.

 

Vía: Health Day News