El matcha es un polvo concentrado de color verde intenso elaborado a partir de las hojas de la planta del té Camellia sinensis. Se encuentra con mayor frecuencia en Japón y China, y suele tener un sabor distintivo que es más dulce y suave que otros tés verdes.

El matcha contiene una gran cantidad de antioxidantes (incluidos polifenoles como las catequinas) y fitoquímicos (como la clorofila y la quercetina). Estas sustancias pueden tener algunos efectos positivos en nuestra salud, en particular cuando se consumen en alimentos que los contienen de forma natural.

Concretamente, un estudio descubrió que los antioxidantes llamados catequinas que se encuentran en el té verde ayudan a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol LDL («malo»). La rutina, un bioflavonoide que se encuentra en el matcha, también contribuye a estos efectos.

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Los polifenoles en dicho té poseen efectos antiinflamatorios. Asimismo, el aminoácido L-teanina, que se encuentra en el matcha, se ha asociado con una mejor concentración y estado de alerta.

Cabe destacar que los antioxidantes y los polifenoles pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina.

Y aunque estos datos son prometedores, se deben realizar más investigaciones en humanos para respaldar las afirmaciones que se han hecho sobre el matcha en relación con la mejora de la salud cardiovascular, la cognición y otros beneficios para la salud.

DATO CLAVE: los antioxidantes son sensibles al calor. El matcha se suele preparar como té con agua caliente o se hornea en productos alimenticios, lo que podría significar un efecto antioxidante reducido.

Si tienes más dudas sobre el té matcha y sus beneficios para la salud, consulta a tu médico.

 

Fuente: Harvard Medical School