Si necesitas un golpe de energía durante el día de manera inmediata, una siesta rápida puede ser justo lo que necesitas para recuperar la claridad mental y combatir la fatiga. Las siestas rápidas pueden ayudar a aumentar la productividad y mejorar el bienestar general, especialmente cuando se toman en el momento adecuado y durante el tiempo adecuado.
Una siesta rápida es una siesta corta que dura entre 10 y 30 minutos. Aunque solo descanses durante un breve período de tiempo, las siestas rápidas pueden aumentar eficazmente tu nivel de alerta y concentración.
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¿Cómo ocurre esto? Las siestas rápidas permiten que tu cuerpo y tu mente descansen sin entrar en etapas más profundas del sueño. Una vez que entras en un sueño profundo, normalmente unos 30 minutos después de haberte quedado dormido, es probable que experimentes «inercia del sueño» al despertar. La inercia del sueño es la sensación de somnolencia que puedes tener al despertar, en la que te sientes temporalmente desorientado(a) y eres más lento(a) para reaccionar. Tu cuerpo puede tardar entre 30 y 60 minutos en recuperarse de la inercia del sueño.
Así que no dudes en «echarte un sueñito» si requieres recuperarte rápidamente de la fatiga o cansancio que experimentes a lo largo de tu día.
Si tienes más dudas, consulta a tu médico.
Fuente: Harvard Medical School