La fotocoagulación infrarroja (también llamada terapia de coagulación) es un procedimiento médico que se utiliza para tratar hemorroides de tamaño pequeño y mediano, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.

Este tratamiento es solo para hemorroides internas, y los médicos suelen recomendarlo en los casos en donde dichas hemorroides continúan causando síntomas después del tratamiento en el hogar.

Durante el procedimiento, el médico utiliza un dispositivo que crea un haz intenso de luz infrarroja (llamado coagulador infrarrojo). El calor creado por esta luz produce tejido cicatricial, que corta el suministro de sangre hacia las hemorroides. La hemorroide muere y se forma una cicatriz en la pared del canal anal. El tejido cicatricial mantiene las venas cercanas en su lugar para que no sobresalgan en el canal anal.

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Solo se puede tratar una hemorroide a la vez. Otras hemorroides pueden tratarse a intervalos de 10 a 14 días.

Cabe mencionar que este procedimiento médico se puede realizar con otros dispositivos, como un láser o una corriente eléctrica, que también cortan el suministro de sangre a las hemorroides.

La fotocoagulación infrarroja se realiza en el consultorio de un médico. Es posible que sientas calor y algo de dolor durante el procedimiento. Posteriormente, podrías tener una sensación de saciedad en la parte inferior del abdomen. O quizás sientas la necesidad de evacuar el intestino.

Si deseas saber más sobre la fotocoagulación infrarroja para tratar hemorroides, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health