De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, una prueba de fosfatasa alcalina (ALP, por sus siglas en inglés) mide la cantidad de ALP en tu sangre. La fosfatasa alcalina o ALP es una enzima que se encuentra en muchas partes de tu cuerpo.

Cada parte de tu organismo produce un tipo diferente de ALP. La mayor parte de ella se encuentra en el hígado, los huesos, los riñones y el sistema digestivo.

Los niveles anormales de ALP en la sangre pueden ser un signo de una amplia gama de problemas de salud, que incluyen enfermedad hepática, trastornos de los huesos y enfermedad renal crónica. Sin embargo, una prueba de fosfatasa alcalina por sí sola no puede identificar la fuente de ALP en la sangre, por lo que generalmente se requerirán otras pruebas para realizar un diagnóstico.

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Una prueba de fosfatasa alcalina suele utilizarse para detectar o ayudar a diagnosticar enfermedades del hígado o de los huesos. La prueba también puede ayudar a diagnosticar o monitorear otras condiciones de salud.

Tu proveedor de atención médica puede ordenar una prueba de fosfatasa alcalina como parte de un chequeo de rutina. Asimismo, muchas condiciones de salud pueden afectar los niveles de ALP, por lo que la prueba generalmente se realiza junto con otros análisis de sangre.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine