La caída de cabello que ocurre durante los primeros seis meses de vida no debe ser una preocupación. A decir de la Academia Americana de Pediatría, todos los recién nacidos pierden un poco o todo el cabello. Esto es completamente normal y es de esperarse. 

Muchos bebés también pierden el cabello en la parte posterior del cuero cabelludo a la edad de cuatro meses, ya que el cabello crece en diferentes momentos y ritmo. En casos muy raros, los bebés pueden nacer con alopecia, que puede aparecer por sí sola o en asociación con ciertas anormalidades de las uñas y los dientes. 

Más adelante en la infancia, la caída del cabello puede ocurrir debido a medicamentos, una lesión del cuero cabelludo o un problema nutricional.

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¿Qué ocurre con los niños mayores?

Un niño mayor puede también perder el cabello si es trenzado con demasiada fuerza o se tira el cabello demasiado duro al peinarse o cepillarse. Algunos niños retuercen el cabello como un hábito reconfortante e inocentemente pueden jalarlo. 

Otros niños pueden tirar del cabello a propósito, pero niegan hacerlo, o simplemente pueden no estar conscientes de que lo están haciendo, lo que a menudo es una señal de estrés emocional.

¿Cómo saber si se trata de alopecia areata?

La alopecia areata aparece como una reacción «alérgica» al propio cabello. En este trastorno, los niños pierden el cabello en un área circular, lo que causa calvicie. 

En general, cuando se limita a unos pocos parches, las perspectivas para una recuperación completa son buenas. Pero cuando la condición persiste o empeora, a menudo se utilizan cremas de esteroides u otras formas de terapia. Desafortunadamente, si la caída es extensa, puede ser difícil renovar su crecimiento.

Te recomendamos hablar con el pediatra de tu pequeño si detectas caída de cabello. Toma en cuenta que la alopecia puede ser una señal de otros problemas médicos o nutricionales.

 

Fuente: Academia Americana de Pediatría