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Hoy en día, no existen pautas dietéticas oficiales ni evidencia científica sobre una dieta o patrón dietético específico para las personas con esclerosis múltiple (EM).

Por ello, cualquier guía y recomendación dietética para personas con EM debe tener como objetivo mejorar la salud general.

La dieta puede ayudar con la EM de diversas maneras, incluyendo:

  • Prevenir o controlar su progresión
  • Reducir los brotes
  • En un escenario ideal, una dieta adecuada para la EM debe ser:
  • Alta en antioxidantes para frenar la inflamación
  • Alta en fibra para facilitar la evacuación
  • Adecuada en calcio y vitamina D para tratar la osteoporosis
  • Alta en vitaminas y minerales para aliviar la fatiga y promover el bienestar

Una dieta adecuada para la EM limita los alimentos relacionados con la inflamación crónica y otros efectos negativos para la salud, o aquellos que simplemente dificultan las actividades cotidianas de una persona con EM. Por ejemplo, se recomienda evitar los alimentos ultraprocesados, pues se sabe que ocasionan enfermedades en general.

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Un estudio del año 2019 que evaluó a 20 adultos con EM, encontró que ciertos nutrientes, como el aceite de pescado, las vitaminas del complejo B, la N-acetilcisteína y la CoQ10, pueden beneficiar a las personas con EM leve a moderada, lo que podría mejorar su funcionamiento general, así como su calidad de vida y movilidad.

Los nutrientes asociados con estos cambios positivos incluyeron un aumento de:

  • Grasas
  • Colesterol
  • Folato
  • Hierro
  • Magnesio

Una menor ingesta de carbohidratos pareció ser beneficiosa.

Asimismo, existe evidencia preliminar de que las personas con EM son más propensas a presentar deficiencias de algunos nutrientes, como las vitaminas A, B12 y D3. Los investigadores sugieren que tomar ciertas vitaminas, minerales, ácidos grasos, antioxidantes, compuestos vegetales y melatonina ayudaría a mejorar algunos síntomas.

Con base en la información anterior, los científicos deben realizar más investigaciones antes de emitir recomendaciones oficiales sobre los patrones dietéticos que afectan a la EM.

 

Fuente: Healthline