Los músculos del núcleo son aquellos que rodean la región abdominal. El diafragma es un músculo importante del núcleo que controla la respiración. Tiene forma de «U» invertida y recubre las costillas inferiores.

Se aplana al contraerse, permitiendo que los pulmones se expandan al respirar. Por el contrario, cuando el diafragma se relaja, comprime la cavidad pulmonar, expulsando el aire de los pulmones de manera similar a como funciona una gaita.

Asimismo, el diafragma puede contraerse isométricamente para contener la respiración cuando se esfuerza por levantar algo pesado. Esta acción sostiene el tronco para evitar lesiones y mantener la estabilidad.

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Por otra parte, los músculos del suelo pélvico (que también forman parte del núcleo) ayudan a controlar los intestinos y la vejiga, lo que permite orinar o defecar (o contener la orina si no se puede ir al baño).

Si estos músculos no están fuertes, se produce una afección llamada incontinencia. Sin embargo, en muchos casos, estos músculos se pueden fortalecer para ayudar a prevenir o controlar la afección.

Además, los músculos del suelo pélvico y el diafragma trabajan en conjunto con el resto del centro del cuerpo para mantener la estabilidad de la columna vertebral al aumentar la presión abdominal en la columna.

 

Fuente: Healthline